Nuestras manos son cuatro
más tu yo somos diez;
diez voluntades locas,
diez titanes de hierro,
diez motivos, diez bocas
que explican sus anhelos.
Dos corazones vivos
convertidos en cien,
por esas raras cosas
que te impulsan a ser.
Ser uno en el abrazo,
y desde ahí remover,
como mil, la apatía
la ignorancia y la hiel.
Convertidos en mundo,
cien mil podemos ser,
y salvar cien mil vidas
y tener cien mil pies
para sembrar caminos
de justicia y de bien.
Un millón de esperanzas,
nos caben en el pecho,
si juntos fecundamos
un futuro sin techos,
sin fronteras, sin odios,
sin mangantes, sin necios,
Brota en ti, compañero,
como brotas mis sueños,
que vamos a dejarnos
la piel en el invento
de ser cuantos podamos
de hacer cuanto queremos
de hervir hasta quemarnos
de amar hasta nacernos.
Vicky / Julio 2010
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