martes, 21 de febrero de 2012
Imaginar y crear el futuro: Decrecimiento. Antecedentes
Imaginar y crear el futuro: Decrecimiento. Antecedentes: El concepto de decrecimiento nace durante los años 1700, cuando se tomó conciencia de las consecuencias del productivismo de la socieda...
viernes, 17 de febrero de 2012
Espiritualidad y Política: ¿Adónde irán los Indignados y los «ocupas»?, por Leonardo Boff
Espiritualidad y Política: ¿Adónde irán los Indignados y los «ocupas»?, por Leonardo Boff
Estoy con Leonardo Boff en este artículo diáfano y excelente, como todos los suyos.
Hay quienes piensan que la intermitencia en la aparición de manifestaciones de los "indignados" pronostica su debilidad, pero yo creo que ha sido y es una fuerza del ser humano automática e inextinguible. La exigencia de respeto a la dignidad propia o ajena es un resorte esencial de nuestra naturaleza que permite que, siempre que se ve amenazada, se produzca una reacción individual o colectiva de la misma o mayor intensidad que la percepción de desprecio experimentada.
En estos momentos, la dignidad, el bienestar y la vida de muchos seres humanos está realmente amenazada por la avidez y la ignorancia, y es derecho y deber, no sólo de los expoliados o estafados sino de toda persona de bien, salir a las plazas y dar testimonio, aunque sea ciego, de esa indignación. Y digo "ciego" porque ese impulso inicial tiene derecho a serlo, como lo es el de sacudirse del lomo las pulgas que irritan la piel. Son los que tienen ojos para ver, es decir, conciencia, estrategia y medios, los que han de canalizar toda esa fuerza en pro de un nuevo modelo de acercamiento al bien común. Anhelamos una política del bien común y vamos a tener que ser todos los indignados los que digamos "basta ya" a esta fiesta de magnates y mangantes bendecidos por unos políticos poco imaginativos y obligados por los mercados a conducirnos a la nada.
Aunque no sepamos muy bien cómo llegar a esa ilusión de excelencia ética y discernimiento en ejercicio, sabemos lo que no queremos y sabemos que sembrando sueños se terminaron cosechando voluntades, derrocando dictadores y construyendo imperios. No tengamos prisa, y sí mucho cuidado para no dejarnos envilecer por la ira ni manipular por intereses ajenos a ese bien común. Y, sobre todo, hagamos, haciendo. Seamos siempre y en cada momento una muestra viva del individuo sereno y cabal que queremos encontrar.
Vicky Moreno
jueves, 9 de febrero de 2012
Españoles, ¿sois idiotas? - Iniciativa Debate Público
Españoles, ¿sois idiotas? - Iniciativa Debate Público
Este artículo es de esos que, aunque una en principio no comparta el énfasis en el calificativo, he de confesar que me ha enardecido y revitalizado antiguas voluntades de servicio que, en otros momentos, nos hicieron gritar nuestras rabias llenando plazas.
Pero, en realidad, pienso yo, no es tanto que ahora seamos idiotas, que también, sino que somos listillos idiotizados, lo que nos convierte en insolidarios, egoístas y mediocres.
La historia está llena de situaciones semejantes en las que, en medio de la crisis y aparte de la de aquéllos que están en la cúspide de la pirámide, se dan dos posiciones principales: Por un lado, los debilitados por la necesidad se vuelven descreídos y se dejan llevar por el marasmo. Por el otro, entre los menos perjudicados, el temor a empeorar o la posibilidad de mejora individual divide a las víctimas, que toman posiciones para conservar su parte de la miseria o, si les dejan, sacar tajada, del mismo modo que lo ven hacer, con más envidia que indignación, a los dueños de su destino.
Víctima y verdugo se temen, pero se confunden y soportan porque en realidad no son diferentes, sólo lo son sus circunstancias.
Vicky Moreno
Vicky Moreno
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