jueves, 25 de julio de 2013

LAS 300 PERSONAS MÁS RICAS DEL PLANETA ATESORAN MÁS QUE 3.000 MILLONES DE POBRES

LAS 300 PERSONAS MÁS RICAS DEL PLANETA ATESORAN MÁS QUE 3.000 MILLONES DE POBRES
 
http://iniciativadebate.org/2013/07/21/las-300-personas-mas-ricas-del-planeta-atesoran-mas-que-3-000-millones-de-pobres/
 
Tan desmesurada desigualdad es la mayor inmoralidad de las que consentimos a diario, y lo peor es que la reforzamos con nuestro silencio como sirvengüenzas impasibles.
Y, claro que el ser humano es desigual, no cabe duda (y a mucha honra). Tenemos una preciosa variedad que nos hace hermosamente plurales y muy enriquecedora nuestra mezcla, pero tampoco tenemos todos la misma capacidad de generación, ni la misma inteligencia, ni la misma voluntad, ni la misma consciencia o vocación de entrega...... 
Hay cosas que la sociedad debe reprimir y otras estimular, consintiendo iniciativas y negocios que sean fuentes de progreso para todos y facilitando la tarea de emprendedores y empresarios honestos, pero ¿por qué no reformar de una vez constituciones obsoletas, dictando leyes que pongan coto a especuladores, traficantes, defraudadores, evasores, inversionistas corruptos, capitalistas vagos, prevaricadores, explotadores, aprovechados y mangantes de toda calaña, que en este bosque de impunidad liberaloide recogen los mejores frutos. 
Veríamos cómo cuando la retribución del esfuerzo laboral, científico, social, político, comunitario, deportivo, fuera la justa y adecuada al mérito y capacidad de cada uno, las diferencias naturales no podrían ir más allá de 10 a 1.
El progreso es inevitable y la desigualdad un hecho, pero los más dotados de esa pirámide de superación no deben ser libres de escalar pisando las cabezas o destrozando la cultura o los medios de vida de los que ascienden bajo ellos, ni deben distanciarse tanto que sus facilidades para ese ascenso les haga desentenderse de las necesidades de los otros; del mismo modo que tampoco es prudente permitir que acumulen bolas bestiales de recursos no productivos, que un día, por su propio peso, pueden echar a rodar pirámide abajo, arrasando a los que suben, que se ven obligados a sujetarlos, sin mayores consecuencias para esa élite de privilegiados... 
En el mismo sentido, los que suben despacito por voluntad propia o lastrados por sus propias características, capacidades o empuje, no pueden dejar de apreciar las lianas que otros emprendedores justos y valientes les echan desde arriba, ni columpiarse en la comodidad de vegetar sobre el esfuerzo ajeno, calificándolo de suerte y criticando sin discernimiento a los más luchadores y productivos, que constituyen el motor de progreso de la sociedad.

Haberlos haylos, pero ni vagos, ni mangantes, ni ignorantes, ni magnates pueden servir de excusa para justificar tamaña Babel ni tamaña desproporción en la escala social. 
Hay que hacer algo, y pronto.
                                                                                                          Vicky /Julio 2013

1 comentario:

  1. Vicky, en estos días de vacaciones me relajo y aprendo contigo. Como siempre, un placer leerte y el deseo de poder tener una conversación pausada, cómplice y sincera. ¡lástima de distancia!.
    Sigue que nos haces bien con tus reflexiones, un beso. Cándido

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